Roaring Kitty revela sus inversiones en Gamestop y la acción se vuelve a disparar (2024)

Cuando parecía que el último rally de las acciones meme languidecía, su artífice ha vuelto a agitar el mercado: Keith Gill (también conocido como Roaring Kitty, o “Gatito que ruge”, en inglés), el youtuber e inversor que lideró la pequeña revolución minorista de 2021 —y que han tenido un efímero resurgir estas semanas— publicó este domingo en un foro de Reddit una captura de pantalla donde detalla posiciones por 180 millones de dólares en Gamestop, la compañía de tiendas de videojuegos: 116 millones en títulos en propiedad y otros 65 millones a través de derivados. Aunque esta inversión no ha podido ser confirmada, las acciones de la compañía, que han llegado a doblar su valor en Bolsa en la preapertura, avanzaban más de un 60% en los primeros momentos de la jornada en Wall Street.

Tras tres años desaparecido, Gill volvió a la vida pública el 13 de mayo, y lo hizo con un meme: en su cuenta de X (antes Twitter) publicó una imagen de un hombre jugando a los videojuegos que, en un gesto familiar en el mundillo gamer, se incorporaba en señal de que las cosas se ponían serias. Los inversores minoristas interpretaron que su líder había dado el pistoletazo de salida y se lanzaron a comprar acciones de Gamestop: estas pasaron de valor 17,46 dólares a rozar los 65 en dos jornadas de infarto. Y, aunque la euforia ya estaba disipada, las acciones cotizaban al cierre de la pasada semana a poco más de 23 dólares, aún por encima del retorno de Roaring Kitty.

En ese precio está la clave de que la acción vuelva a estar en el punto de mira de los inversores este lunes. Las opciones de compra afloradas por Gill este domingo son un contrato de futuros: como su nombre indica, el que las posee tiene la posibilidad de adquirir la acción antes de una fecha determinada a un precio pactado. Este es independiente del precio de mercado, pero el éxito de esta apuesta inversora depende mucho de él: si las opciones son por un precio menor del de la cotización, el que las posee tiene un margen de ganancias que corresponde a la diferencia entre lo que cotiza y su opción. En este caso, Gill tiene la posibilidad de comprar 120.000 títulos de GameStop a 20 dólares.

O, dicho de otra manera, solo el viernes pasado, podría haber adquiridos 120.000 títulos a un 13% por debajo de su precio de mercado (y luego venderlos). O, directamente, vender sus opciones a otros inversores y ganar un margen sobre ellas y sobre el precio de cotización. Este lunes, con la acción desatada, su margen se ha llegado a disparar desde los 3 dólares por acción hasta los 20. Si hubiera liquidado sus opciones en los primeros compases de la jornada, habría sacado un margen mínimo de 2,4 millones de dólares en apenas unos minutos. Y eso sin contar la revalorización de los 116 millones en acciones que se supone que tiene en su cartera, que se han revalorizado por momentos en más de 88 millones.

Por eso, y en previsión de que ejecute su posición y de que la acción se dispare, los minoristas se han lanzado a comprar la acción. Pasadas las 15.30 en España, las acciones de Gamestop cotizaban por encima de los 34 dólares (casi un 50% más), lo que parece indicar que el renovado resurgir de las acciones meme no ha muerto del todo. Todo gracias a la persistencia de un youtuber y pequeño inversor que no ha podido evitar poner su sello a esta nueva ofensiva: en su cuenta de X ha publicado una imagen de una carta del juego UNO, por la que se cambia la dirección del juego. Los inversores han seguido las reglas del conocido juego, y han dado la vuelta a la acción.

Hace tres años, el analista subió a un foro de Reddit unos análisis en los que defendía que los fundamentos (esto es, las ventas, beneficios, perspectivas...) de Gamestop indicaban que era una acción con mucho más potencial de lo que los mercados le atribuían. Los fondos bajistas habían puesto el ojo en la cadena de tiendas de videojuegos y se habían posicionado en corto con ella. O lo que es lo mismo: habían apostado a que sus títulos iban a bajar. Las publicaciones de Gill, sin embargo, encendieron una chispa que llevó a toda una legión de inversores minoristas, encerrados en su casa por la pandemia y con ahorros acumulados, a disparar las acciones de Gamestop a través de compras en plataformas gratuitas de trading.

Esta euforia inversora se extendió a otros valores señalados por los fondos bajistas. Las subidas repentinas de estas acciones torcieron el brazo a los fondos, que se vieron obligados a cerrar posiciones cortas (es decir, a realizar apuestas alcistas para compensar las pérdidas en sus posiciones a la baja) en una semana por un valor de 10.000 millones de dólares. La historia acabó convirtió a Gill en una leyenda y acabó inspirando una película (Dumb Money, 2023). Por el camino, este youtuber y prescriptor financiero convirtió una inversión de unos 50.000 dólares en una posición que llegó a valer 48 millones. En junio de 2021, tras declarar ante el Congreso de EE UU por una investigación sobre manipulación bursátil, desapareció de la vida pública con aproximadamente 30 millones en su bolsillo. Parte de ese dinero podría haber servido para preparar esta nueva jugada inversora.

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